sábado, 24 de septiembre de 2011

A ritmo de Blues

    Cuando la ví entrar por la puerta por primera vez me dejó sin palabras. No tenía nombre, ni lo necesitaba. Tampoco ideales, pero en el mundo en el que se movía algo como tener ideales no era más que una curiosa anécdota, un leve defecto fácilmente pulible.

    El caso es que, con todo eso, y a pesar de su tambaleante andar, tenía algo…Sonaba “I got dreams to remember” de Otis Redding en la vieja radio que tenia Joe en una esquina de su bar. Sentada en una mesa al fondo del bar la daba vueltas a su martini con la mirada perdida en no se donde.

    Fue entonces cuando me acerque a ella por primera vez, mi corazón latía pasado de revoluciones, parecía que iba a estallar de un momento a otro. Me senté junto a ella y… mirando al vacío, sonrió y me preguntó porque había tardado tanto.

-¿Por qué no tienes nombre?, pregunté. –¿Quien te a dicho que no lo tenga?,respondió ella.
-¿Me lo dirías?
-Solo si me das algo a cambio…

    Desde ese día, su nombre no se me borró de la cabeza… y camino algo mas ligero ahora que ella se llevó parte de mis ideales, y algunos de mis sueños.

   Esta noche llueve en la calle…

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