domingo, 25 de agosto de 2013

Fuegos fatuos (Capitulo 1)

( Primer capitulo del relato corto titulado Fuegos Fatuos ) 

       Despertó bañado en un charco de su propia sangre. Tenía un brazo notablemente
dolorido, seguramente se había partido algún hueso pero, ¿que ocurría? Aún se
encontraba aturdido, de noche, perdido en la orilla de aquella solitaria playa que se
iluminaba por miles de estrellas en un cielo despejado, con una quietud que no hacía
más que inquietarlo.

        Trato de incorporarse y, efectivamente, su brazo izquierdo estaba roto. No
recordaba que hacía en aquella playa, como había acabado así, o tan siquiera quien
era. Inspeccionó los bolsillos de la chaqueta con el brazo que no le había quedado
inutilizado y encontró un pase: "Industrias Lucksor ", Aquello no parecía sonarle de
nada. Continuó buscando, esta vez en los bolsillos de su pantalón, encontró un paquete
de cigarillos y un encendedor. No podía haber encontrado aquel paquete en mejor
momento ya que aquella tensión lo estaba matando, quizás un poco de nicotina en sus
pulmones pudiera tranquilizarlo un poco. No obstante, al abrirlo encontró, además de un
par de cigarillos, una bala de lo que podría ser un revolver con un nombre que no
llegaba a reconocer escrito en su dorso.

         Permaneció unos minutos sentado, perdido en aquella playa intentando recordar
mientras se fumaba uno de los cigarros que le quedaban, tenía una jaqueca
descomunal…

- ¿Luca? Si eres tu…¡Luca!, ¡Por fin te encuentro!, gritaba aliviada una joven chica que
corría hacia él. -Pensaba que tu también…continuaba con un tono solemne mirando al
suelo aquella chica misteriosa que no podía evitar contener las lagrimas de la emoción.

- ¿Que yo que? ¿quien eres?, no entiendo nada, ¿Que hago aquí en esta playa?,
preguntaba él que se encontraba totalmente perdido.

- ¿No recuerdas nada? ¿No me recuerdas? , preguntó la chica desolada. -Me llamo
Sofía, ¿Puedes recordarlo Luca?,¿Puedes recordarme?. Ya no podía contener más las
lagrimas debido a la tensión de aquel momento.

- ¿Sofia?, pregunto sin llegar a entender del todo. -No recuerdo nada. No te recuerdo a
ti, es más, si te soy sincero no recordaba ni mi propio nombre hasta que me lo has
mencionado.

- No puede ser…se resignaba ella asumiendo otro duro golpe. -No te preocupes Luca,
encontraremos a los demás y saldremos de aquí, pronto estarás bien.

- ¿Los demás?, ¿hay más gente?, preguntó aún sin entender nada.

- Si, el avión se estrello en esta isla, tras el choque no pudimos encontrarte ni a ti ni al
piloto.

- ¿Que accidente de avión?. Parece que estas demasiado confuso. ¿Puedes andar? No estamos acampados muy lejos de aquí, cuando lleguemos te puedo explicar todo…




sábado, 24 de agosto de 2013

Receta

        Empezar hablando de comienzos finales, esos que empiezan siempre con un se acabó. De portazos y olvido a sentimientos vacíos; como lo son todos  al fin y al cabo, no nos engañemos.

        Se continua hablando sobre sentimientos encontrados, sobre el 'querer' al no querer, dejar de odiar con tanto cariño. Una vez conseguido esto tenemos una buena base sobre la que empezar a cocinar.

       Puede parecer compleja la formula así que lo más fácil, como en toda buena receta, sería empezar por el principio; Dejando clara una sola y clara premisa, un único ingrediente principal.

        Y es que aunque lo pueda parecer no se cocina por amor ni por odio, ni por vicio ni por vocación, ni tan siquiera  por hacer crecer el ego de uno mismo. Si se cocina es simple y llanamente por saciar el apetito.



       Por último lo más importante, la clave para cocinar esto, nunca olvidar quitar todos los 'te' a cualquiera de los 'te quiero' que pueda encontrarse en la masa.