sábado, 27 de julio de 2013

Avería y redención

         El ruido en el estadio era ensordecedor,  miles personas gritando y coreando canciones hasta perder la voz, focos que iluminaban el cielo entero...  La gran estrella se dirigía al backstage con su inseparable amigo:

-¿Qué te ha parecido Johnny?, dijo él.

- Maginifico como siempre. Creo que tendrás que volver a salir, no paran ahí fuera pidiendo un bis, respondió Johnny mientras le abría la puerta del camerino.

       Y al abrir la puerta del camerino allí estaba, sentado en un butacón al fondo, traje blanco de armani, impoluto y una copa en la mano.

 -Déjanos solos Johnny, ahora salgo, ordenó él con semblante serio a su compañero. - ¿Que te ha parecido?, continuó él mientras deslizaba la mano al bolsillo en busca de un cigarro.

       El señor trajeado esgrimiendo una extraña mueca parecida a una sonrisa lo miró fijamente a los ojos y le respondió con un tono que escondía una falsa amabilidad:

-Eres el mas grande, te dije que llegarías a lo mas alto y gracias a mi ahora ya lo estas, afirmó sin perder su sonrisa en ningún momento. De repente esa mueca dejó paso a una expresión mucho mas seria e inquietante. - Creo que va siendo hora de que me des lo que me debes, un trato es un trato.

   Él permaneció callado unos minutos, mirando a la nada, como si pareciera que todo aquello no iba con él. Dio una calada a su cigarro y respondió con toda la tranquilidad del mundo.

- Una vida de estrellato a cambio de mi mejor recuerdo, todavía recuerdo el trato, explico él.
-Exacto, veo que lo recuerdas, asintió el hombre con la cabeza.
-Es una pena darte esta mala noticia, pero aún puedo cumplir mi parte del trato, ¿sabes por qué? Mi mejor recuerdo aún no ha llegado.

Apuró la última calada de su cigarro y se dirigió a la puerta.


-Johnny, dame mis gafas, ordenó a su compañero que lo esperaba al otro lado de la puerta. - ¿Quieres un recuerdo?, yo te daré el mejor de todos…

   Mike se puso las gafas y saltó al escenario, cogió su strato y... El publico enloqueció.




La moraleja de todo esto es que cuando Mike toca la guitarra…hasta el mismísimo Diablo tiene que esperar.

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